miércoles, 23 de febrero de 2011

Porque cambiar a las bombillas ahorradoras

Las bombillas ahorradoras en el medio ambiente


El uso de las lámparas y tubos fluorecentes tiene implicaciones ambientales, ya que contienen Mercurio, un potente contaminante. Cada lámpara contiene miligramos de dicho metal. A nivel mundial no hay aún leyes y disposiciones legales, respecto a que hacer con los residuos producido por estas lámparas. De momento se realiza el almacenamiento de tubos y lámparas fluorecentes en recipientes estancos.

Falta de una normativa adecuada de tubos y lámparas fluorescentes, la utilización de los mismos es defendida por organizaciones ambientalistas, ya que su uso en lugar de la lámparas incandescentes, con el consiguiente ahorro de energía, minimiza la emisión de gases de efecto invernadero y contaminantes por parte de las plantas de generación de energía termoeléctrica.

Las bombillas ahorradoras en el ahora

Las bombillas ahorradoras son un adelanto tecnológico en donde se fusionan básicamente tres aplicaciones ya existentes, en primer lugar está la miniaturización de la ya conocida fluorescencia, principio en el que a través de choques de electrones con moléculas de gas y contacto con el fósforo producen el reconocido brillo de los tubos fluorescentes, de amplia utilización en los sectores comercial e industrial. En segundo lugar la adaptación de los circuitos electrónicos integrados al tamaño de una lámpara de este tipo y por último el uso del casquillo o rosca que conocemos en nuestros hogares con los bombillos incandescentes normales.
Este desarrollo permitió masificar la producción y uso de este producto ya que el circuito electrónico optimiza la cantidad de energía necesaria para producir una cantidad de luz equivalente a la de un bombillo incandescente de mayor potencia.
El ahorrador brinda opciones de diferentes tonalidades blancas de luz, que van desde el cálido (amarillento) hasta el frío (blanco azulado), pudiendo decorar y crear ambientes.
Adicionalmente, son el aporte individual que cada persona puede hacer para disminuir el calentamiento global generado por la emisión de gases CO2; sí ahorramos energía cambiando los incandescentes normales por ahorradores contribuiremos a que las hidroeléctricas sean suficientes y no se requiera de las termoeléctricas emanadoras de CO2.